El lenguaje corporal es aquella señal o conjunto de señales no verbales que indican nuestra personalidad, sentimientos, actitudes y estados de ánimo.
El estudio del lenguaje corporal abarca todos los movimientos del cuerpo humano. Desde los más deliberados como besar, estrechar la mano, dar una bofetada, mirada... hasta los totalmente inconscientes: abrir los ojos o la boca por sorpresa o miedo, levantar los hombros cuando no sabemos algo, etc. El lenguaje corporal es en parte instintivo y en parte aprendido e imitativo.
Los elementos principales del lenguaje corporal son los gestos de rostro, manos y postura. La postura corporal es casi siempre determinante de una actitud psíquica. Según se distribuyen las tensiones musculares, su intensidad y su localización en zonas significativas, se configuran posturas determinantes que "hablan" y transmiten mensajes por sí solas.
El hombre comenzó a comunicarse antes con el lenguaje de los signos que con el lenguaje verbal, por ello es importante no dejar de lado un lenguaje que ha ido evolucionando con nosotros desde el principio de nuestros días.
La mímica que se define como: "Expresión del pensamiento por el gesto y movimiento facial que acompañan o sustituyen el lenguaje oral". El mimo es lenguaje del gesto por excelencia. Los músculos del rostro, acompañados de las posturas dan expresión a los gestos que tratan de transmitir mensajes capaces de ser entendidos por los demás.
Es muy antiguo ya que era practicado por los griegos y romanos para escenificar la vida y costumbres de los pueblos. Actuaban en las calles y plazas hasta que consiguieron espacios cerrados, escenario.
El mimo es especialmente importante en el campo del teatro, pero también es importante por sí mismo, como expresión artística, ya que actualmente se valora la expresión corporal tanto como la verbal. Requiere una técnica muy depurada. Los gestos deben de ser claros, exagerados y muy precisos.
El control y dominio corporal es imprescindible para poder realizar esta técnica, ya que el cuerpo crea imágenes que se suceden y se mantienen un tiempo determinado, con intervención sucesiva, asociada y disociada de varias partes del cuerpo a la vez, y con la regulación tónica justa en cada uno de los movimientos.
El mimodrama se organiza alrededor de los componentes del movimiento: tiempo, espacio, energía y segmento (como en la danza). Los personajes están comprometidos con las acciones, con sensaciones y sentimientos
+ Elementos que intervienen en las dramatizaciones mimadas:
+ Expresividad en manos, torso y pies
+ Importancia de las sensaciones (especialmente la del peso)
+ La imaginación cómica o dramática en la recreación de un objeto
+ Utilización de disociaciones corporales. Etc
+ La imaginación cómica o dramática en la recreación de un objeto
+ Utilización de disociaciones corporales. Etc
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